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6 nov 2013

Osvaldo Rodríguez. Biografía

Osvaldo Gitano Rodríguez es hoy un referente importantísimo para una gran cantidad de artistas de Chile, sobre todo por su trabajo musical de los años sesenta y setenta. Su obra se inscribe dentro de la Nueva Canción Chilena, movimiento musical y cultural que hizo suyos los aires de cambio de la época y renovó la canción al integrar influencias sonoras latinoamericanas y fusionar diferentes géneros como la música andina, la trova y el rock. En el caso de Rodríguez, a estos géneros se agregan la música de raíces irlandesas/escocesas, de la guerra civil española y los tangos.


Pese a estar inscrita en este trascendental movimiento, la obra musical del Gitano no es de conocimiento masivo, menos aún su trabajo literario y gráfico. En estos años en que se ha revitalizado el género del cantautor en la escena chilena, Rodríguez puede ser comprendido como un antecedente fundamental y, todavía más, como un artista integral que construyó un universo poético, musical y visual que tuvo diferentes aristas complementarias, entre las que destacan: dos discos originales (Tiempo de vivir, 1972 y Los pájaros sin mar, 1976), los ensayos Cantores que reflexionan y La Nueva Canción Chilena, continuidad y reflejo, los libros de poesía Estado de Sitio, Diario del Doble Exilio y Canto de Extramuros, y su serie de dibujos El habitante de la casa transparente, inspirada en la ciudad de Valparaíso.

Osvaldo Rodríguez Musso nació en Valparaíso en 1943. Estudió en un colegio británico y en un liceo de la zona. Luego en la Escuela de Bellas Artes de Viña del Mar y en las escuelas de Arquitectura y Diseño de la Universidad de Chile. Allí fue asistente, profesor auxiliar y jefe de extensión en la Facultad de Arte y Tecnología. En Valparaíso y Viña del Mar ganó concursos de música como intérprete de la Canción Chilena, especialmente de temas recopilados por Violeta Parra. También fue vencedor en certámenes de poesía. A los 17 años ingresó a la Sociedad de Escritores de Chile.

Participó activamente en el gran movimiento cultural regional que abarcó todas las disciplinas (música, literatura, artes plásticas, cine, teatro, arquitectura) en la década de los sesenta. En esos años creó su canción emblemática “Valparaíso”, que da testimonio del compromiso con su ciudad. En aquellos años, además, fue co-fundador de las Peñas de Valparaíso y Viña del Mar, que se convirtieron en una alternativa destacada a la actividad musical de Santiago y en lugares para el intercambio artístico. Los artistas estables de espacios como La Peña de los Parra y la Carpa de Violeta Parra -ambos de la Región Metropolitana- se presentaban frecuentemente en las peñas de la Quinta Región (incluida la propia Violeta Parra) y así también aquellos recibían a los músicos de Valparaíso en las peñas santiaguinas.

Desde 1973, Osvaldo Rodríguez residió en Buenos Aires, Barcelona, Madrid, París, Lyon, Nizza, Praga, Göttingen, Rostock y Berlín. Luego en Italia, Volterra y Bardolino. En Europa estudió Sociología de la Literatura en la Escuela de Altos Estudios de París. En la Facultad de Filosofía de la Universidad de Praga recibió los grados de Licenciado en Letras y Doctor en Letras. Trabajó como profesor invitado en las universidades de Göttingen (Alemania), Siena y Sassari (Italia) y dictó conferencias en universidades europeas y norteamericanas.

Su especialidad en Literatura fue la Poesía Popular Iberoamericana y su desarrollo posterior en la Canción Popular. Autor de ensayos sobre tales materias, ganó en 1986 el premio de Musicología de Casa de las Américas, Cuba, por su ensayo “La Nueva Canción Chilena, continuidad y reflejo”. Como artista visual, ilustró revistas y diseñó afiches para actividades culturales en Europa, y participó en exposiciones individuales y colectivas en Volterra, París, Londres, Barcelona y Madrid, aparte de su ciudad natal.
A su vuelta a Valparaíso, a fines de 1988, impresionado por el deterioro de la ciudad, comenzó una campaña ante la Unesco en París para recuperar algunos edificios porteños con financiamiento de instituciones europeas. Después de una estadía de un año y medio en Valparaíso, volvió a la casa de Bardolino, Lago de Garda, cercano a Verona, donde murió en la madrugada del 18 de marzo de 1996, afectado por un cáncer. Fue nombrado Hijo Ilustre de Valparaíso poco antes de su muerte.


La Nueva Canción Chilena tuvo muchas voces, pero pocas se dedicaron a investigar el fenómeno que vivían. Osvaldo Gitano Rodríguez, poeta de Valparaíso, trovador y ensayista, fue quizás el único que documentó la época con un estudio amplio sobre el género y todo el movimiento social de los años ‘60 y ‘70. Cantores que reflexionan y La Nueva Canción Chilena son los dos ensayos que dedicó al movimiento, y que escribió mientras vivía su exilio en Europa. 

En ese continente Rodríguez profundizó sus estudios en literatura y se concentró en la escritura, razón por la que su carrera discográfica es muy breve, con sólo dos discos originales: Tiempo de vivir (1972) y Los pájaros sin mar (1976), más un tercero en vivo editado en 1989 por el sello Alerce. Es poco, pero suficiente para haber registrado un himno: el vals “Valparaíso”.

Juventud errante

Antes que escritor o erudito investigador, Rodríguez fue un bohemio y un viajero. Fruto de sus experiencias nacieron ricos intercambios. Por ejemplo, como resultado de un viaje que hizo a Brasil en los años ‘60, volvió marcado por el desarrollo de la bossa nova, y comenzó a difundirla en Chile; además de convertirse en su principal intérprete. Casi un hijo ilustre de Valparaíso, de regreso de su viaje se hizo parte activa del ambiente cultural porteño y derivó con toda naturalidad en el movimiento de la Nueva Canción Chilena, que en el puerto crecía abrigada por la Peña de Valparaíso, de la que fue impulsor junto a su coterráneo Payo Grondona. 

Su militancia le costó a Rodríguez el exilio. Comenzó en Argentina, siguió en Suecia, Francia, Checoslovaquia, Alemania e Italia. Desde allí se volvió a Chile en 1989 y definitivamente en 1993. 

Pero el regreso no tuvo nada que ver con el sueño romántico: en Chile Rodríguez no encontró el espacio suficiente para su trabajo artístico, a esas alturas, también diversificado a la pintura. Aunque su voluntad fue volcarse a la Universidad de Playa Ancha y hacer desde ahí su aporte a la cultura local, al cabo de un año, deprimido y enfermo, decidió volver a Italia. 

Allí murió en 1996, víctima de un cáncer al páncreas. El poeta Juan Cameron escribió en 2004: “La figura del Gitano Rodríguez es un paradigma para nuestra conducta y nuestra práctica cultural. En el país, y en especial en este puerto, era un tipo querido por sus pares y por la juventud, a raíz de su famoso vals, 'Valparaíso'. Al regresar a Chile las puertas le fueron cerradas. Es cierto que le ofrecieron y concedieron algunas pequeñas ayudantías y regalías, mas resultaron insuficientes para sobrevivir con su familia. Cuando pidió más se le trató de farsante, de poco realista, de querer mantener en Chile el status económico que tenía en el extranjero. Para muchos provincianos, el extranjero todavía significa riqueza y bienestar…”.

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